En este artículo hablare de cómo se relacionan estas tres palabras, y su importancia para la madre, el niño y su familia, daré algunas sugerencias para vivir el pos-parto como una etapa de auto-conocimiento, aprendizaje y bienestar. Tanto para la madre como para el hijo recién nacido, el post-parto suele ser un momento de muchos cambios; iniciemos por el cuerpo físico que sufre modificaciones drásticas, algunas irreparables, afectando esto a la autoestima de la madre, quien podría experimentar, rechazo hacia sí misma, resentimiento, tristeza, disminución en la interacción social, entre otras. Se tenga experiencia o no, la crianza requiere que la madre maneje emociones positivas, para así transmitirlas a su hijo, y ser fuerte cuando así se requiera, cuidar un bebé implica tener mucha paciencia, y si la madre no está bien a nivel emocional, el cuidado del bebé puede resultar catastrófico, afectando incluso al niño. Aparte de los cambios físicos, también se presentan cambios psicológicos, la vida cambia totalmente, y la madre debe adaptarse a los nuevos desafíos, a la duda, la incertidumbre y si no hay un manejo adecuado de las emociones tanto el hijo como su núcleo familiar pueden versen afectados.
Que se sugiere entonces para esta etapa, en primer lugar es necesario vivir adecuadamente la cuarentena, tradición que fielmente siguieron nuestras madres y abuelas, pero que ahora en este tiempo se está dejando un poco de lado, gracias a las influencias socioeconómicas y culturales en donde la madre muchas veces debe ocuparse o salir a trabajar antes de lo esperado; en estos días la madre debería dedicarse solamente a su bebé y a ella, a nada más, esto le permitirá conocer muy bien a su hijo, adaptarse a los procesos de lactancia, y el cuidado general de su bebé, cuidar de ella, alimentarse bien, descansar, dado que el primer mes usualmente es el más difícil, y la madre requiere mucho descanso, esto permitirá que esté bien emocionalmente, para ello el apoyo social es lo más importante, y antes del parto la madre debe consolidar una red de apoyo favorable, personas que le ayuden a realizar el resto de actividades de casa, debe empoderar a su pareja, si la tiene, para que la apoye durante esos días, se ha visto también que el apoyo social, disminuye la probabilidad de sufrir de depresión post-parto.
Después de la cuarentena, la mujer puede preocuparse por recuperar su figura física , se vale usar todos los recursos o estrategias necesarias siempre y cuando sean saludables y no afecten la salud de ella ni la del bebé, es importante asesorarse adecuadamente, tal vez algunas se quejen de que no hay tiempo para ello, pero si se estableció una buena red de apoyo, de seguro se podrá tener un poco de tiempo para ello, si bien esta no debería ser la preocupación principal de la madre, y algunas personas hablen más de la aceptación corporal, que claro también debe trabajarse, tampoco está mal cuidar el cuerpo, porque si bien esto no es obligatorio para mejorar la autoestima, si ayuda; de hecho se sugiere primero trabajar la aceptación y luego si hacerse cualquier tratamiento e de lo contrario, a pesar de recibir la ayuda estética, si no se trabaja la aceptación, la mujer jamás se sentirá nuevamente bella, y sentirse bella repercutirá favorablemente en sí misma y en su núcleo familiar.
Es importante tener paciencia, entender que la madre poco a poco irá recuperando sus actividades cotidianas, por el momento disfrute el tiempo con su hijo, porque en un abrir y cerrar de ojos, su bebé habrá crecido y tal vez ya ni siquiera querrá compartir tiempo con usted. Una buena salud mental y autoestima contribuye a crear niños seguros, amados, y sobre todo felices, así que antes de cuidar y estar atenta de ese ser que llegó a casa, preocúpese por cuidar también de usted misma, a nivel emocional y también físico.
Viviana Pita Vargas
Mg Psicología